¿Sabes que a los bebés les encanta meterse en el agua? Sí sí, ¡les encanta! Esto hay que aprovecharlo, ¿te preguntas por qué? La natación para bebés es uno de los deportes más completos y se puede empezar desde que son bien peques, ¡antes de que aprendan a andar!
Hace bien poco los expertos en medicina no recomendaban llevar a los niños a clases de natación hasta que no cumplieran los cuatro años de edad, pero ahora existe una clase de natación para bebés muy recomendable: la matronación
Si no conoces en qué consiste, te invitamos a que sigas leyendo este post para que descubras todos sus beneficios, así como algunos ejercicios básicos con los que empezar a trabajar esta natación para bebés, ¡empezamos!
¿Sabes qué es la matronatación? Es la natación para bebés que los estimula en el agua con pequeños ejercicios acuáticos junto a los papás con el fin de fortalecer sus músculos, trabajar la estimulación y favorecer su desarrollo. Completo, ¿verdad? El deporte en los niños tiene múltiples beneficios.
Sigue leyendo para descubrir todos los beneficios de la natación para bebés, ¡no pierdas detalle!
El objetivo de la natación para bebés es que tu pequeño se familiarice con el medio y que aprenda, con el paso del tiempo, a flotar y a meter la cabeza. Los niños pierden el miedo al agua, y aunque son muy pequeños para adquirir y desarrollar autonomía en el agua, podríamos decir que no les es para nada desconocido, ya que en líquido han estado durante los meses de la gestación en tu vientre.
Por ello, los bebés están perfectamente dotados de reflejos que hacen más fácil su desarrollo en el agua y el contacto temprano con ella hará que se acostumbren a ella y pierdan totalmente el miedo.
¿Sabía que en el agua tu bebé adquiere una agilidad y libertad de movimientos importante? Sí, sí, estás leyendo bien, aunque fuera del agua no se desenvuelva bien, en el agua controlará mucho más sus movimientos. Sorprendente, ¿verdad? Ya de pequeños adquieren nociones de distancias, mayor sensibilidad a sus propios movimientos y, en definitiva, una mayor coordinación motriz gruesa, que poco a poco irán perfeccionando.
Tu bebé puede ser de los que, gracias a los ejercicios de matronatación, adelantará el momento del gateo o, incluso, ¡sus primeros pasos! ya que tendrá mucha más fuerza.
¿Sabes que nadar y, simplemente, los movimientos en el agua fortalecen el corazón y los pulmones? El ejercicio en la piscina ayudará a tu bebé a aumentar la eficiencia en la oxigenación y traslado de la sangre desde bien peque.
Es muy recomendable que los papás y mámás se bañen con sus peques, de este modo, empezarás a disfrutar de una actividad placentera con él, lo que fomenta el vínculo afectivo y la confianza. Además, la presencia de los papás en el agua es fundamental para los primeros días en la matronatación, ya que en muchos casos los bebés pueden tener miedo a lo desconocido, ¿no crees?
Con la matronatación empezarás a interactuar con tu bebé, qué ejercicios hacer con ellos y cómo seguir disfrutando de esta actividad fuera de cualquier cursillo. Porque al fin y al cabo, el juego y la diversión juntos es lo más importante, ¿no crees?
Además, los padres aprenden a interactuar con los peques en el agua, qué ejercicios hacer con ellos y cómo seguir disfrutando de la matronatación fuera de los cursillos. Porque en definitiva, más que de una experiencia didáctica o pedagógica se trata de una experiencia lúdica, donde el juego y la diversión predominan. Este fortalecimiento afectivo aumenta la autoestima del bebé.
Empezar a sociabilizar a temprana edad es un beneficio muy interesante. Con la matronatación, tu bebé empezará a desarrollarse en un entorno social con más bebés igual que él. Conocer a otros bebés, motitores y gente, en general, le proporcionarán confianza en un futuro para relacionarse con los demás.
¿Quieres conocer los ejercicios básicos para empezar con la matronatación? ¡No dejes de leer!
El primer ejercicio y más básico para introducir a tu bebé en el agua y no le de impresión, ¡es el más importante! Empieza a echarle un poco de agua, primero con simples gotitas por encima de la cabeza y luego un poco por la cara. Puedes hacerlo sentando el bebé en el bordillo, cogiéndolo en brazos o, ¡como más cómoda te sientas!
¿Ya has hecho el primer ejercicio? ¡Vamos avanzando un poco más! Cuando ya hayas hecho el primer ejercicio y tu bebé esté completamente tranquilo, empieza a moverlo por la piscina, prueba a cogerlo de diferentes maneras, consiguiendo una posición más horizontal en el agua y un posible movimiento alterno de los miembros.
Este ejercicio puede provocarte un poco de miedo pero, ¡no te preocupes! No tiene ningún riesgo. Sumerge a tu peque en el agua y súbelo rápidamente repetidamente. Con esto se aumentará el periodo de apnea bajo el agua y poco a poco irá mejorando su capacidad pulmonar.
Todos los ejercicios que te hemos contado puedes acompañarlos de tablas, pelotas de goma, colchonetas, churros o cualquier juguete que flote para que la actividades les sean más sencillas y divertidas a la vez. Poco a poco podrá ir dominando su cuerpo y hacer más ejercicios, ¡no hay que tener prisa!
Ahora que ya sabes un poco más de que trata la matronatación, ¿a qué esperas a practicarla con tu peque? Con ella conseguirás grandes beneficios, ¡empieza ya!
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