Los juegos tradicionales para niños son perfectos para jugar con los peques en casa, jugar al aire libre o cuando se está de vacaciones. Además de divertidos, lo más interesante de estos juegos populares es que se han pasado de generación a generación por lo que toda la familia conoce las reglas para jugar y pueden unirse al juego en cualquier momento.
En ocasiones estos juegos tienen un nombre diferente según el país en el que se juegue, pero en todos los lugares existen juegos muy parecidos, o iguales. Aunque tengan otro nombre, ¡son perfectos para jugar con amigos de todas partes! Si quieres recordar algunos de los juegos tradicionales más populares para enseñárselos a tus hijos, no te pierdas este post, ¡te los contamos!
4 Juegos tradicionales para niños
Sencillos, sin necesidad de material adicional para jugar y estimuladores de habilidades como el razonamiento, la lógica y el trabajo en equipo y, además, ¡buenos para la salud! Los juegos tradicionales fomentan el deporte en los niños así como los hábitos de vida saludable. ¿Quieres saber cuales son los más populares? ¡Allá van!
1. El escondite
El escondite es un juego que todos conocen, además, es muy intuitivo. En este juego tradicional un niño debe contar con los ojos cerrados en un lugar hasta el número que se haya elegido previamente entre todos los participantes. Cuando acaba avisa al resto, que ya deben estar escondidos, de que va a buscarlos. Estos pueden ir cambiándose de lugar a medida que se les va buscando. Cuando se encuentra a alguien, debe tocarlo para eliminarlo. Para salvarse, el resto de niños deben conseguir llegar al lugar en el que se empezó a contar, y normalmente, gritar la palabra «salvado».
2. El pañuelito
En este juego tradicional para niños solo necesitas una cosa, ¡un pañuelo o un trozo de tela! Para jugar hay que dividir a los niños en dos equipos y elegir a un árbitro. Los equipos deben organizarse internamente y asignar un número a cada jugador. Por eso, se necesita un número de niños impar, por lo que, si son pares, un papá o una mamá puede unirse a arbitrar el juego o un niño puede tener dos números.
Tras dividir a los niños en dos equipos, se trazará una línea en el suelo a la altura del árbitro y los equipos se distribuirán a una distancia igual del mismo. El juego funciona de la siguiente manera: el árbitro dice un número en voz alta y los niños que lo tengan, uno de cada equipo, deben salir corriendo hacia el pañuelo. Gana el punto el niño que primero consiga robar el pañuelo y volver con su equipo, ¡sin que el otro lo alcance!
Una variación muy divertida de este juego es que el árbitro, además del número, puede indicar la forma en la que se tiene que ir a por el pañuelo. Por ejemplo, de puntillas, a la pata coja o saltando.
3. Capturar la bandera
Este juego tradicional para niños es muy popular en países anglosajones, pero es tan divertido que, cuando lo conozcas, ¡vas a querer empezar a jugar! El primer paso es buscar un área grande para jugar, mejor al aire libre y que esté delimitada. Posteriormente se divide a los niños en dos equipos y se divide el territorio de juego por la mitad usando conos, cintas o tiza para separarlo. A cada equipo se le da una bandera, que puede ser un objeto o un trozo de tela que sea fácil de transportar. Cada uno deberá esconderla en su territorio y tratar de encontrar la del equipo contrario y llevarla a su territorio.
Si un enemigo entra en tu territorio tratando de capturar la bandera, puedes defenderla si consigues alcanzarlo y tocarlo. Esto le llevará hasta una zona de cárcel, sin poder jugar hasta que sus compañeros lo liberen de la misma forma, tocándolo. Por supuesto, gana el equipo que antes consiga encontrar la bandera, cogerla y llevarla hasta su territorio sin ser cazado.
4. El gato y el ratón
En este juego infantil se eligen a dos niños: uno para ser el gato y otro para ser el ratón. El resto de niños deberán hacer un círculo agarrándose de las manos y empezarán a dar vueltas. Mientras tanto, el niño que hace de ratón tiene que ir pasando a través de sus brazos levantados mientras el gato lo persigue. Los niños que están en el círculo pueden impedir que el gato atrape al ratón bajando los brazos cuando él pase. El gato podrá esquivarlos, por ejemplo, agachándose, siempre que no rompa el circulo. Cuando lo alcance, el ratón pasará a ser el gato y elegirá a otro niño para que haga de ratón.
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